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Dr. Jonathan Mora |
Las noticias de los últimos meses han estado plagadas de titulares donde se publican los resultados judiciales de los casos llevados ante la justicia, que involucran a pacientes versus centro de salud públicos y privados y a los médicos tratantes. La mayoría de estas sentencias fueron obtenidas hace unos años atrás y muy pocas en los últimos 2 años; razón por la cual causa suspicacia que las mismas estén haciendo eco en la actualidad, como si se tratase de una campaña para evidenciar las consecuencia legales de las demandas por mala praxis o la falta de transparencia de los tratamientos médicos y sus efectos adversos.
Situación que provoca que la población se cuestione si los médicos y los centros de salud son héroes o villanos, si su misión es buscar el bienestar de la población o solo llenarse los bolsillos.
Durante la pandemia el COVID-19 y casi hasta el final de la misma, el personal de salud estaba siendo considerados héroes sin capa, por enfrentarse a una enfermedad con alta tasa de letalidad, por dejar a sus familias y dedicarse a cuidar de los pacientes anteponiendo su propia salud e integridad. Como beneficio en los comercios y bancos había filas especiales inclusive; facilidades que cambiaron al cesar la alerta y relajarse las medidas de bioseguridad.
Partiendo de esta situación anterior podemos ver como la población considera y desconsidera a la vez al personal médico, dependiendo del escenario, convirtiéndolos en héroes o villanos, según les convenga.
Ante el escenario actual el Consejo Nacional de Sociedades Médicas Especializadas (CNSME) y el Colegio Médico Dominicano (CMD) fijaron posturas al respecto, estableciendo un llamado a legisladores y autoridades del poder judicial de la República Dominicana para que no se festine el tema de cuestionamientos a servicios médicos ofrecidos a pacientes insatisfechos con los resultados o afectados por complicaciones y que han terminado discutiéndose en los tribunales o con sentencias condenatorias a profesionales de la salud. Esto, tomando en cuenta que en el ámbito de la judicatura en República Dominicana importantes sectores de opinión asumen como un hecho incontrovertible la existencia de múltiples falencias y debilidades que le restan credibilidad a muchas decisiones o sentencias reputadas en muchos casos como manipuladas o “compradas”. El CNSME reconoce el justo derecho que tienen los pacientes a reclamar en las instancias pertinentes ser compensados cuando entiendan que los resultados de un procedimiento no son los esperados y si esto se debió a un factor que pudo prevenirse o que es el resultado de un error médico; pero no puede llevarse ese reclamo al extremo de condenar a la cárcel a un médico, como si fuese un criminal y no una persona consagrada a salvar vidas, dándole a los mismos un tratamiento como si fueran criminales, olvidando que ningún médico desea ni quiere que un paciente se le complique o muera.
Existen tareas por realizar para que ambas partes sean beneficiadas, donde los pacientes se sientas seguros de la actuación médica y los médicos y centro de salud sientan las garantías de su honesto trabajo. Para ello tanto el sistema legal como el sistema sanitario requieren de una actualización urgente, a fin de poner al día las pautas investigativas sobre cuestionamientos médicos legales, con la participación de peritos médicos certificados, que posean las herramientas y los recursos necesarios, para realizar las pesquisas científica; sometiendo evidencias irrefutables y en consecuencia los tribunales puedan aplicar justicia conforme a la ley. Para lograr esto también se requiere la modernización del Código Procesal Penal y de la Ley General de Salud, esta última data del año 2001, donde una gran mayoría de considerandos, procedimientos y/o técnicas y sus efectos beneficiosos y adversos han quedado obsoletos.
